Volver a Anantapur, un despertar de emociones

Post de: Antonio Torres
Antoni Torres, junto al grupo de artistas que forman parte del proyecto Mata Ombres
Antoni Torres, junto al grupo de artistas que forman parte del proyecto Mata Ombres

Llegó febrero casi sin avisar y una alerta en el móvil me avisó de que la salida hacia Anantapur (India)  estaba ya muy cerca. En ese momento no puede evitar mirar hacia atrás y esbozar al instante una sonrisa de completa felicidad. Un año más, el esfuerzo de tantas y tantas personas había valido la pena y estaba a punto de dar sus frutos. Los nervios en los preparativos, las largas reuniones, las múltiples salidas de fin de semana a las noches de arte es lo que nos ha permitido llegar de nuevo hasta aquí y poder decir bien alto: “Lo hemos logrado. Hemos conseguidos los recursos necesarios para construir una segunda escuela de refuerzo en el sur de la India gracias al proyecto ‘Mata Ombres’.

‘Mata Ombres’ (Mata Sombras) nació hace dos años con el objetivo de unir e impulsar el arte, la educación, la solidaridad y la transformación social. El proyecto se divide en tres partes. La primera es la realización de obras gráficas por parte de reconocidos artistas baleares, cuya distribución y venta sirve para recaudar dinero para construir una escuela en el área de actuación de la FVF. La segunda, el viaje a Anantapur, donde cada artista realiza una obra de arte que quedará en la Fundación. Y una tercera que consiste en una exposición itinerante con las obras que hacen los artistas, inspirándose en su experiencia en la India. Cuando empezamos a plantear esta iniciativa éramos conscientes de que era difícil, un verdadero reto, pero se ha demostrado que no era imposible.

Hoy, mientras escribo estas líneas, mi cabeza sigue procesando las emociones vividas en la aldea de Byluppala, donde se está construyendo la escuela financiada gracias a esta segunda edición de ‘Mata Ombres’. Mientras visitábamos la aldea y hablábamos con los vecinos hemos sentido el calor del agradecimiento, hemos visto la alegría de los padres al saber que sus hijos e hijas tendrán una escuela digna y la emoción de los más pequeños ante tanta novedad.

Hemos ayudado a crear un espacio donde construir un futuro. Sin duda, un trocito de nosotros se queda en la India

Por encima de todo, hemos sido testigos del trabajo y el esfuerzo de los trabajadores de la FVF en la India y os puedo asegurar, aunque las palabras siempre se quedan cortas, que pocas veces había visto a todos los artistas tan emocionados. Diana Bustamante, Robert Ferrer, Rafa Forteza, Francesc Florit Nin, Gabriela Seguí y Natasha Lebedeva son los seis que han participado este año, y ninguno de nosotros ha podido ni ha querido evitar las lágrimas de emoción ante tanta felicidad compartida.

Felicidad al saber que los niños y niñas de ese pueblo tendrán un lugar donde cobijarse y seguir sus clases los días de mal tiempo o cuando el sol apriete más fuerte. Un espacio desde donde construir su futuro. Un espacio que, además, servirá para que las mujeres de la aldea puedan celebrar sus reuniones y el Comité de Desarrollo de la Comunidad organice las asambleas. Sin duda, un trocito de nosotros se ha quedado en la India.

Este año el proyecto ha contado además con unas compañeras de lujo, las magnificas voces del Cor de Dones de la Universidad de las Islas Baleares, que han ofrecido varios conciertos en Anantapur, Bathalapalli y otros pueblos de la zona. Sus canciones han hecho de puente entre dos realidades, dos culturas muy distintas que se han unido bajo el paraguas de la solidaridad y la dignidad.

Finalmente me gustaría agradecer al Institut d'Estudis Baleàrics de la Conselleria de Cultura de Balears su ayuda para realizar este viaje; al Consell de Mallorca por su colaboración en la posterior exposición Mata Ombres II; al equipo de la Fundación Vicente Ferrer en las Islas Baleares y en toda España; y al maravilloso equipo de Anantapur por hacer posible esta maravillosa aventura artística y solidaria.

Volver a Anantapur ha sido en definitiva, un despertar de emociones. Uno se siente invadido por un torrente de agradecimiento ante el trabajo de la FVF en esta zona tan castigada de la India y sólo puede decir gracias por dejarnos formar parte de esto y esperamos poder seguir haciéndolo durante mucho años más.