El abrazo de Bhuva

El abrazo de Bhuva a su madre
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Bhuva celebra cada reencuentro con su madre como algo único. Vive y estudia en la Escuela Inclusiva de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur, lejos de su familia, y cada primer domingo de mes regresa a casa.

En un abrazo, Bhuva y Aswani funden el amor, la añoranza y la gratitud que sienten la una por la otra. Con un gesto, reconocen la distancia que las separa y el coraje de ambas, como madre soltera e hija con una discapacidad física, por construir un futuro juntas.

La pequeña nació con una dismetría y camina con la ayuda de una prótesis en la extremidad izquierda. “Me gustaría que mi pierna pudiera crecer. Cuando tenga doce años, me operarán. Ahora tengo una pierna fuerte para andar y una escuela donde poder estudiar”, cuenta.

Durante el curso, Bhuva reside en la Escuela Inclusiva junto con otras niñas y otros niños con y sin discapacidad. Este fin de semana empiezan las vacaciones y vuelve a Nimmalakunta para pasar el mes de mayo con su madre y su hermano pequeño. “Cuando estamos juntas apenas nos separamos. Cocinamos juntas, charlamos sobre el colegio y sus amigas y, a veces, se queda dormida en mi regazo. Le explico lo importante que es su educación y que tiene que aprender mucho de sus profesoras. Bhuva es mi única niña y quiero que estudie mucho para que sea independiente y tenga una buena vida, comenta Aswani.

Con dos empleos, la joven madre pasa toda la jornada fuera de casa para sacar adelante a la familia, al mismo tiempo que ahorra para la operación de Bhuva. “En casa nos arreglamos bien, pero ella está mucho más segura en el colegio. Todo está adaptado, recibe atención constante de las cuidadoras y está rodeada de niñas y niños como ella. Es duro echarla de menos, pero sé que es feliz”, añade.

A sus nueve años, Bhuva nunca para quieta. En el pueblo, pasa sus días paseando por los campos de mangos, acompañando a su abuela a la tienda y visitando a su tía. Pero, sin duda, lo que más le gusta es estar cerca de su madre y ayudarla en su trabajo como marionetista. Yo dibujo algunas piezas y mi madre construye los títeres. ¡Nos gusta mucho jugar juntas!”, exclama de alegría.

Bhuva es una de las 269 alumnas de las escuelas inclusivas de primaria de la Fundación Vicente Ferrer, donde niñas y niños con y sin discapacidad de la India rural reciben una educación personalizada y de calidad para maximizar todas sus capacidades e independencia.

Texto: Eva Galindo Soriano | Entrevista: Katia Álvarez Charro | Foto y video: Bárbara Mompó Salvador