Hannah y Henry, de Washington a Anantapur por solidaridad

Son estudiantes de la Universidad de Georgetown y han hecho voluntariado como profesores de inglés en la Escuela Profesional de Idiomas y en la Academia de Deportes de Anantapur, respectivamente.
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Hannah y Henry son estudiantes de la Universidad de Georgetown en Washington, y han sido los primeros voluntarios que vienen a Anantapur desde la oficina de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en Estados Unidos (Vicente Ferrer Foundation). Ambos han trabajado impartiendo clases de inglés en dos proyectos: la Escuela Profesional de Idiomas y la Academia de Deportes de Anantapur, el centro deportivo de la Fundación. Después de dos meses destacan la experiencia y el aprendizaje pero, sobre todo, las personas de las que se han acompañado en este tiempo.

 

¿Por qué decidisteis venir a la India? ¿Conocíais la Fundación antes?

Hannah: Yo ya había hecho algunos voluntariados en Uganda y Marruecos, también enseñando inglés, y me apasionaba la idea de venir a la India. Conocimos la nueva apertura de la oficina de la FVF en Estados Unidos y del convenio que tenía con nuestra Universidad, así que nos lanzamos a por ello. Conocer de cerca el trabajo de la FVF ha sido fantástico.

Henry: Para mí sí ha sido mi primer voluntariado internacional, principalmente impulsado por el convenio que nuestra Universidad tenía con la organización, y la verdad es que no me había imaginado antes enseñando inglés a chicos y chicas en la India. Sabíamos que la FVF trabajaba en muchos aspectos en esta zona, sanidad, educación, mujeres, deporte… pero hasta que no aterrizas, no compruebas la magnitud de los proyectos.

 

¿Cuál ha sido vuestro trabajo en estos meses?

Hannah: He trabajado en la Escuela Profesional de idiomas, enseñando inglés a los chicos y chicas en la recta final de sus estudios. Junto a las clases de inglés también hemos repasado habilidades comunicativas y cómo desenvolverse en las entrevistas de trabajo. Muchos de los puestos de trabajo a los que optan tienen como base el inglés, así que es importante que se comuniquen perfectamente en este idioma y sepan mostrar todos sus conocimientos en la entrevista.

Henry: He dado clases en la Academia de Deportes de Anantapur, el centro deportivo de la Fundación, a los chicos y chicas de entre 10 y 17 años que se entrenan y estudian allí cada día. Ellos y ellas complementan sus entrenamientos con clases de tecnología e inglés, para que la formación no sea exclusivamente deportiva.

 

Habéis trabajado en proyectos muy distintos, ¿Qué destacáis de ellos?

Henry: Sobre todo la importancia que se le da a la educación junto al aspecto deportivo. La Fundación contempla que estos chicos y chicas no solo se formen en el deporte que deseen, sino que también lo complementen con otros conocimientos. De hecho, el nivel es muy bueno y el profesorado exigente. Al fin y al cabo, en el desarrollo de su futuro, el inglés les resultará esencial.

Hannah: La Escuela Profesional de Idiomas tiene un enfoque muy claro en la formación del segundo idioma. En las Universidades locales, la formación no siempre se realiza en inglés, por lo que les cuesta desenvolverse en un idioma básico para un futuro profesional fuera de las zonas rurales. Pero también es muy importante el papel que se da a la formación de habilidades comunicativas, y que les ayudarán a desenvolverse en el mercado laboral.

 

Recomendaciones a futuros voluntarios…

Henry: Sobre todo que estén preparados para el choque cultural, pero no solo con las personas locales de la India, sino también con el resto de voluntarios.

Hannah: Sí, antes de llegar pensábamos que iba a ser una especie de convivencia Estados Unidos – India, pero es mucho más. Hemos vivido con indios, españoles, nepalíes, franceses… Es una convivencia cultural completa.

                                                                              

Y, ¿qué os lleváis vosotros de estos meses de voluntariado?

Hannah: Sin lugar a dudas la cercanía de la gente. La población de Anantapur es amable y cariñosa. Pero también el trato y unión con los estudiantes, el comprobar de cerca cómo van desenvolviéndose en los idiomas, cómo van alcanzando puestos de empleo. Esa parte es muy gratificante.

Henry: La conexión con los chicos y chicas de la Academia, y la energía y entusiasmo que han puesto en las clases cada mañana. Ha sido muy fácil llevar la dinámica de las clases gracias a la motivación que tenían cada día. Creo que al final yo he aprendido mucho más de ellos y ellas.

 

Texto: Irene G. Dugo