La Fundación alerta del colapso del cambio climático tras la ola de calor extrema en la India

• Lanza la campaña #EmergenciaClima para recoger firmas y exigir a la ONU medidas urgentes que eviten el riesgo para la salud humana y el medio ambiente
• En el 2050 unos 200 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria a causa del clima extremo y los desplazamientos
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La India ha sufrido durante marzo y abril la peor ola de calor en 122 años, registrando temperaturas cercanas a los 50º. La Fundación Vicente Ferrer (FVF) alerta de que los peligros del cambio climático son un asunto de salud global e insta a actuar ya porque la amenaza es cada vez más grave para el planeta y para nuestra salud.

Por ello, la FVF ha puesto en marcha la campaña #EmergenciaClima para recoger firmas y exigir a líderes mundiales políticas que frenen el cambio climático y los episodios extremos de olas de calor, sequía e inundaciones, y que eviten la inseguridad alimentaria e hídrica de millones de personas y la migración climática de población vulnerable. Esta acción tendrá una primera fase con el objetivo de entregar las firmas en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que se celebrará en noviembre de 2022 en Egipto.

El inicio de una catástrofe global

La ola de calor extremo en la India ha provocado escasez en el suministro de electricidad, agua y carbón, la mayor fuente de energía en el país. El sector agrícola, uno de los principales de su economía, también se ha visto muy afectado, especialmente la producción de trigo.

El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU) advierte que este episodio extremo refleja el principio de una catástrofe global. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) calcula que el planeta podría alcanzar un calentamiento de 1,5º en solo cinco años. Los desiertos y zonas áridas aumentan en 12 millones de hectáreas cada año. Advierten que en 2050 unos 200 millones de personas podrían necesitar ayuda humanitaria a causa del clima extremo y los desplazamientos.

“Durante la pandemia decían que el estado del medio ambiente iba a ser la próxima crisis. No es la siguiente, ya es una gran crisis y nos afecta a todos. El aire que respiramos, las temperaturas que suben, el desequilibrio entre el mundo natural y el mundo que hemos creado. Nuestro planeta es nuestro hogar y debemos actuar ahora”, afirma Anna Ferrer, presidenta de la FVF. “Cualquier cosa que hagamos, reducir el uso de plástico, ahorrar agua, electricidad, servirá para marcar la diferencia. Estamos muy ocupados con nuestra vida cotidiana, pero hagamos que salvar nuestro hogar sea una prioridad en nuestras vidas”, añade. 

desierto

Desertificación y migración en la India

La India es uno de los países más expuestos al cambio climático y la reciente ola de calor durante la que el Gobierno declaró el estado de alerta es muestra de ello. Los bosques de la India están desapareciendo más rápido de lo previsto debido a los cambios en cultivos, la ganadería y al aumento de la población. En abril se detectaron en tres días más de 7.800 incendios forestales y alrededor de una cuarta parte del país se está convirtiendo en desierto.

En Anantapur, distrito en el que actúa la FVF, la sequía afecta cada año a más de 600.000 personas campesinas, de las que el 90% pertenece a grupos sociales desfavorecidos. La lluvia extrema también se ha intensificado. Estos fenómenos provocan migraciones masivas a grandes ciudades en busca de nuevas oportunidades pero, en muchos casos, la población desplazada solo encuentra en su destino trabajos vinculados a la precariedad y la explotación. Las migraciones también provocan desestructuración familiar y el abandono escolar de los menores. 

Migración

Proyectos para frenar el cambio climático

En la India rural, un 70% de la población vive de la agricultura y la sequía crónica es una constante amenaza. La FVF lleva a cabo proyectos que contribuyen al desarrollo sostenible de zonas rurales y de sus comunidades. En este entorno árido, la conservación del agua es vital. La ONG ha construido en el último año cerca de 400 estructuras para recoger agua de lluvia, entre ellas tres embalses, para garantizar el riego de las cosechas. Más de 1.400 campesinos disponen de sistemas de riego mejorado (paneles solares, goteo, aspersión y microaspersión) y se han repartido 6.000 kilos de semillas para diversificar los cultivos de zonas de secano.

arboles

La reforestación es uno de los proyectos fundamentales para aumentar la masa forestal y contribuir a frenar el calentamiento global. La organización ha plantado este año más de 83.00 árboles de especies autóctonas para reforestación y ha distribuido 416.000 árboles frutales a familias campesinas.