Son Bhuva, Uma y Pavan. Conoce sus sueños

Bhuva, la fantástica estudiante
Para Bhuva la magia reside en todas partes. Desde sentir la brisa en el patio hasta alucinar con la rapidez en que se seca la colada. Tiene nueve años y es alumna de la escuela inclusiva de la Fundación Vicente Ferrer. Y para ella la magia es “no casarse pronto y poder estudiar durante mucho tiempo. Mi sueño es ser doctora”. Bhuva sufre una discapacidad en su pierna derecha, donde lleva una prótesis que en ocasiones le causa mucho dolor; cuando tenga doce años la operarán.
Uma, la mágica abogada
Su padre las abandonó antes de que Uma naciera. Su madre, embarazada, tuvo que salir adelante completamente sola. Hoy Uma estudia cuarto curso y tiene nueve años. Su madre y ella siguen formando un equipo que no se doblega ante ninguna adversidad. Viven en una casa de alquiler en la que sus únicas pertenencias son un saco de arroz, algunos cacharros de cocinar, dos bolsas de ropa y un diván para dormir. Pese a eso, Uma lo tiene muy claro: “Mi gran aspiración es ser abogada. Quiero defender los derechos de las mujeres en mi pueblo. Cada día saco fuerzas para no dejar de estudiar y así poder ayudar económicamente a mi madre en un futuro”. El sueño de Uma es construir una casa para que ella y su madre puedan vivir en condiciones.
Pavan, el piloto galáctico
El padre de Pavan se fue de casa cuando él tenía dos años. Su madre, Kullayama, se quedó sola a cargo de tres hijos sin tener ningún tipo de apoyo. La familia ha conseguido mantenerse unida con el paso de los años, y tanto Pavan como su hermana siempre están atentos para echar una mano a su madre en todo momento. Sus pensamientos van igual de rápidos que sus sueños: “Quiero montar en cohete, quiero crecer, sentir el aire rozando mi cara a gran velocidad. Mi sueño también es poder seguir estudiando, para que algún día me pueda convertir en el delegado del distrito”. Pavan tiene un problema respiratorio que afecta a sus amígdalas y le dificulta el proceso del habla. Ha recibido varios tratamientos en el Hospital de Bathalapalli, donde espera que puedan encontrar remedio a su enfermedad.
Miles de niños y niñas en la India sueñan con una vida mejor. En las zonas más empobrecidas del país, muchos se ven obligados a abandonar la escuela para trabajar, lo que les deja desprotegidos y en situación de riesgo.
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La ONU estima que 222 millones de estudiantes en el mundo necesitan apoyo escolar urgente. De estos, 78 millones están sin escolarizar y la mayoría son niñas: más de 42 millones de niñas y adolescentes en todo el mundo no van a la escuela, una situación que se ha agravado debido a la desconexión de las aulas de millones de niños después de los confinamientos decretados por la pandemia. Las menores sin educación tienen tres veces más probabilidades de contraer matrimonios tempranos y tener embarazos precoces.
Texto: Josep Romaguera | Fotos: Bárbara Mompó